domingo, 6 de mayo de 2012

Edicto (a fijar en lugar visible del salón-comedor).

Hijos míos en el corazón: Luis, María, Pilar, Alfonsito, Dolores y Martita,  Rosalía, mi amante y amada esposa, mi querida madre política, doña Pilar, José Luis, Antonio y Amparo, mis maravillosos cuñados, y Arsenio, Ángeles, Fernando, Josefina y Guadalupe, mis excelentes amigos y demás frecuentadores habituales de los manteles y demás instalaciones de mi domicilio:

Os hago saber que ante las deudas contraídas con diferentes entidades de crédito, más las posteriormente habidas para refinanciarlas, la situación de esta antigua República independiente de mi casa es hoy incierta y catástrófica, por hablar con verdad, y por causa principalísima de la pésima administración del difunto abuelo, que cenaba copia de costosas verduras o tortilla ¡todos los días!, que reincidía en acudir al médico a por el Sintron una vez y otra, y todo ello por no hablar de los viajes bianuales con el Inserso a Benidorm, lo que ha terminado por obligarme a adoptar una serie de medidas que no están dictadas, en definitiva, más que por la procura del bien de todos nosotros.

Relaciono a continuación las disposiciones de obligado cumplimiento que me he visto obligado a dictar, pero que tampoco causarán una merma sustancial del tenor de vida familiar y que, a la larga, resultarán saludables y enriquecedoras:

Se establece una tasa de tránsito por el pasillo, para subvenir a los gastos de su conservación. La iluminación del mismo se regulará a la tercera parte de su intensidad actual. Asimismo, andar por él, frotando el parquet con una bayeta debajo de cada pie, ya no se considerará pasatiempo infantil, pues genera desgaste, y pasa ahora a constituir tarea no remunerada y a realizar exclusivamente una vez al mes por la persona más ahorradora de la casa, según concurso mensual que se establece al efecto, y por lo que pagará su ganador un euro de justiprecio, pues se entiende, además, la actividad, como solaz y entretenimiento, ya en sí suficientemente satisfactorio.

Los derechos de explotación de los dos cuartos de baño han sido cedidos a cambio de un canon a la sociedad de mi amigo Luis Antonio Más y Más, llamada Servicios & Continencia, que los explotará en lo sucesivo y que ha dictado las normas siguientes para su uso:

Las visitas gratuitas a los cuartos de aseo quedan limitadas a dos diarias por persona, de cuatro minutos, computadas por ciclos de 24 horas, y permitiéndose que una de ellas sea de duración doble. Los necesarios ingenios mecánicos relojeros y electrónicos regularán el caudal y tiempo de funcionamiento de la ducha, los grifos, el inodoro y el secador. El resto de las visitas pasarán a ser de pago, según  modalidades y tarifas a publicar próximamente.

Las duchas gratuitas podrán tomarse exclusivamente en grupos de tres personas, agrupadas por sexo, y estarán limitadas a sesenta litros de agua fría, y en la modalidad de ‘hilillo’ suministrado por el cabezal inteligente de la misma, bloqueado desde hoy en dicha posición. Las tiritas las erogará un dispensador por monedas, el dentífrico igualmente, con tarifas disuasorias, las toallas y el felpudo de la ducha se lavarán cada dos meses, y no semanalmente, como era insostenible mal hábito, y el espejo quedará escamoteado automáticamente pasado un minuto, apagándose además las luces, excepto la de emergencia, pudiendo iluminarse de nuevo, si así se desea y mediante preceptiva moneda, en pasos de 30 segundos.

El jabón que incluye la tarifa básica, marca Lagarto, fungirá en lo sucesivo de champú, loción fortificante, exfoliante, suavizante, anticaspa, gel, acondicionador, reductor de arrugas, colonia y perfume, pre y after shave, crema hidratante y reductora de durezas (con el concurso adicional de un trozo redondeado de ladrillo para quien lo desee), en pastillas de kilogramo y adquirido en subastas a la baja en partidas de 24 docenas. Los afeitados, a navaja y con el producto multi purpose arriba indicado, serán máximo de uno cada cuatro días y las depilaciones, semestrales, a base de la misma crema. Todos los excesos o desviaciones de lo indicado se cobrarán aparte. El uso del papel higiénico será sometido a nueva regulación mediante reglamento adicional a desarrollar, pero siempre en el sentido, entiendo hoy que obligatorio, de su máximo aprovechamiento y reciclaje.

Las camas a partir de hoy son propiedad de la comercial Confort y Descanso, propiedad del cuñado del administrador de la finca, señor Alerta y Aviva, dotadas de novedoso mecanismo expulsor, y sólo admitirán ciclos gratuitos y diarios de un máximo de seis horas y cuarenta y cinco minutos para los adultos, y de siete horas y cuarenta minutos para los menores de once años, sumadas todas las estadías y sean estas con cualquier fin, descanso o coitos incluidos, o simples languideces telefónicas con amistades o novios, o –¿qué haces, Alfonso?–, ¿nada, mamá, jooo, estoy aquí tumbado un ratito–, lo cual se acabó definitivamente. Todo tiempo superior se facturará según tarifas ya en elaboración, y a devengar semanalmente. También se contemplará el desgaste de los muelles, cubrecolchones, sábanas, almohadas y cobertores, habilitándose la tasa compensatoria suficiente.

Se suprimen las subvenciones para excursiones, cine y actos culturales en general, al colegio se irá andando y a la compra también, de encontrar fondos para ello, lo que fortalecerá el cuerpo y el espíritu, más que adelgaza y estiliza. El resto de salidas para motivos de ocio quedan reducidas a una semestral y si cada aspirante a ellas encuentra subvención ad hoc (tal vez, sugiero, de vuestra tía Consuelo, que es mujer acaudalada), pero que ya no proporcionará de ninguna manera esta administración familiar central.

Existirá un único aparato telefónico en el domicilio, de línea fija, absolutamente no inteligente, operado por monedas y con corte automático de llamadas pasados los sesenta segundos. Todos los teléfonos móviles han sido requisados desde las cero horas del día de la publicación de este bando, los contratos con los operadores han sido suspendidos, y los terminales devueltos como regalo y a modo de refinada venganza a la República Popular de China, para que se arruinen ellos.

La nevera seguirá con su sistema regulador de apertura, como funciona desde hace seis meses con no despreciable éxito para la balanza de pagos. Si además escuchara esta autoridad competente que alguien llamara candado a este dispositivo –como desgraciadamente ya viene ocurriendo–, se considerará blasfemia y desacato, penado con dos tortazos fulminantes para los menores, y bronca fija para los adultos, más multa en todos los casos.

Se conserva por el momento la titularidad del derecho familiar sobre  la cesta de la compra, pero se avisa que, difícilmente y por causa de la propensión al capricho y al despilfarro de vuestra madre, digna hija del abuelo y persona de las que considera que dos comidas diarias más desayuno y merienda no son gasto supérfluo, se pueda seguir así y pronto habrá que ceder la gestión de este servicio a alguna empresa más responsable y capacitada, estando en estudio las ofertas de Condumio y Moderación S. L., de titularidad etíope, y de Ligereza S. A., de capital riesgo bengalí.

Esto al margen, y a la espera de la evolución de la situación, los sandwiches constarán en lo sucesivo de una sola rebanada cortada por la mitad, bien por su mediana o por su diagonal mayor, a libre elección del usuario y para que no me digáis que..., y lo cual, afortunadamente, mantendrá el grosor final del emparedado en el 100%, es decir, sin mengua alguna, pues, y por lo cual no veo que haya de qué quejarse, la verdad.
La Nocilla o elaborados equivalentes se considerarán un lujo y se dispensarán solamente a aquellos menores de ocho años que presenten un aspecto más desnutrido y cadavérico.
Las docenas de huevos pasarán a ser de diez huevos, pero conservando su antiguo nombre.
Las gambas de los domingos serán la gamba, de los domingos de Resurrección, bien se entiende.
Se suprimen las meriendas hasta nuevo aviso. Las sustituirá el rezo diario del Rosario, a las 18 horas en punto, en agradecimiento por los bienes recibidos, e impetrando por el ahorro, dirigido por Doña Pilar, aunque no por esta razón eximida durante ese tiempo de sus labores de punto, costura y remendado, imprescindibles para el confort térmico de todos. Por lo tanto la cadencia será: Stella matutina, ora pro nobis, una del derecho, Stella vespertina, ora pro nobis, otra del revés, y sucesivamente...
Los refrescos serán de agua, sin azúcar ni colorantes, en número de un vaso diario, de 250 mililitros, dos en verano, excepcionalmente, y entendido este periodo de gasto extraordinario de 21 de julio a 12 de agosto. Los grifos de la cocina se dotarán de su correspondiente caudalímetro y retardador de funcionamiento, en evitación de indeseables malos usos.

El vestuario, calzado y complementos pasan a ser considerados artículos suntuarios, siendo responsable cada miembro de la unidad familiar de procurárselos por sus medios, y de no existir estos en el caso de los menores, utilizarán la ropa e implementos en desuso de sus hermanos mayores, con la obligación de cuidarlos y aún mejorarlos, para dejarlos en condiciones adecuadas para el hermano siguiente. Ni que decir tiene, que dadas estas condiciones, se preferirá a partir de ahora la compra de ropa unisex y sólo en aquellos casos en que que se considere absolutamente imprescindible una nueva adquisición.

La penumbra es confort, evita la lectura de libros, con su elevado precio, da frescor en verano y en invierno ayuda a la meditación, produce sosiego y también cierta depresión metabólica, lo que reduce el caudal de actividad y por lo tanto el consumo de calorías, es decir la ingesta, lo que se traduce en porcentajes no desdeñables de ahorro en alimentos. Por esta causa cada habitación dispondrá de una única bombilla, de bajo consumo, de siete watios, pero suficiente para impedir accidentes por causa de la oscuridad o equívocos indeseables de otro tipo. No apagarla al salir de una estancia se considerará falta muy grave y se multará con cantidades suficientemente disuasorias.

Los cinco ordenadores existentes en la casa se sustituyen por uno solo, conectado a un generador eléctrico a pedales, accionado por monedas y sin acceso a internet, crisol de todos los vicios y agente exaltador del consumo irresponsable, y se utilizará solo para el estudio y para la realización de cuidadas tablas de Excel (obtenido en el mercado secundario de copias) para cuantificar los ahorros habidos y para comentarlos después en las sobremesas familiares, en animada charla, en lugar de gastar en prescindibles ingestas de dulces, dañinos para la salud, y en libaciones de licores, moralmente reprochables.


No hay disposiciones nuevas sobre aire acondicionado y calefacción, pues los correspondientes sistemas han sido desmantelados esta mañana, hasta nuevo aviso, pasando a llamarse sus sustitutos –de libérrimo uso y de mucha menor voracidad energética–, dispositivo manual impulsor-encauzador de caudal de aire, el abanico, y tejido inteligente de fibra vegetal captador y anti-disipador del calor humano, la manta. Estos recursos verbales de caracter economicista, con su sorprendente capacidad de llamar al pan, pan y al vino, vino, se los debo y agradezco de corazón al señor de Guindos, inspirador intelectual de estas medidas, y lo que anoto para que conste y sirva de ejemplo para evitar el temido mal decir, padre de tantísimos males y frecuente vehículo de desacatos insoportables.

Dejarse caer en un sillón se considerará falta grave, pues los muelles, estructuras y tapicerías sufren por ello, habrá pues que sentarse con el debido comedimiento. La multa es de un euro por infracción, lo cual, computadas necesariamente dos nalgas por culo normalizado, suma dos euros y –niños ¡ojo!–, a descontar de la paga.

Y dicha paga en sí, por cierto, ya no tendrá la consideración de tal, sino de mero anticipo putativo, no obligatorio y a reintegrar con sus correspondientes intereses a partir de los dieciocho años, y según reglamento también a publicar. A su vez, el principal de la misma se verá tasado en un 25%, a retener por el pagador y el remanente sólo podrá destinarse a gastos de alimentación y transporte, que en lo sucesivo administrará exclusivamente vuestra buena madre. Por lo tanto, en lugar de subvención para repugnantes chucherías, vicios y disipación, en lo sucesivo percibiréis una factura, debidamente desglosada, y en la esperanza de que os sirva para estímulo del ahorro y execración del despilfarro.

Las caricias maternas se reducirán a las imprescindibles para el cabal desarrollo mental y emotivo de los más pequeños, tres diarias será su número, de ocho segundos cada una, pues el resto detrae tiempo de productividad a vuestra atareada progenitora. En lo tocante a la abuela, no se consideran imprescindibles, aunque se admitirá una al día, excepcionalmente y hasta nueva orden.

El antiguo derecho a no recibir un par de sonoras bofetadas por causa de un suspenso queda derogado, pasando este número a cuatro, a percibir obligatoriamente del derecho y del revés, con contundencia, junto a los correspondientes insultos e ira paternos, más las amenazas que requiera el caso. Además, se procederá a exigirle al menor que indemnice a sus sufridos padres por esta causa, incautándole la paga completa del trimestre veraniego, más la realización obligatoria de tareas domésticas gratuitas hasta la consecución del aprobado.

Dos suspensos o más justificarán el envío del menor a la calle a ejercer la mendicidad responsable –Luis, ¡cabronazo..., ojo al parche!–, ingresando los devengos cada noche en la caja familiar, y con gritos ásperos como recompensa, de seguido a cada entrega.

Queda suspendido el derecho a toma eléctrica gratuita para la recarga de las Game-boy y cualesquiera otros dispositivos similares, siendo así que gastan corriente y además embrutecen, quedando cada menor emplazado a estos efectos, o símil adulto que los use –que también los hay–, a buscarse la vida en casa de los vecinos como mejor sepa y pueda, y sin pucheros ni pataleos. Se sugieren el parchís o la conversación como sustitutos, y menos recomendablemente el ajedrez, pues pensar cansa, demacra y da apetito.

El ingenio receptor de televisión, voraz consumidor de energía eléctrica y espantoso vehículo instigador de infinitos gastos innecesarios, vía publicidad, ha sido sustituido esta mañana por una cacatúa de vistoso plumaje, criada en la arboleda próxima a las instalaciones de Torrespaña, por lo cual dudo que nadie note la diferencia, aunque lo hago saber a los efectos oportunos y por mor de completitud. Tras compleja gestión, exitosamente resuelta, los inevitables gastos de mantenimiento del volátil comunicador los patrocinará doña Fátima, la vecina del cuarto centro, a cambio del derecho a una visita semanal de una hora, con té y conversación incluida –y dicha infusión en la cantidad de un sobre, con limón, más una cucharadita de azúcar, pero sin galletas–, pues está muy sola.

Los estudios se consideran un lujo por debajo de la nota media de sobresaliente y por encima de los catorce años. Quedan pues suprimidos en estos casos, porque además es de sobra conocido que hace ya mucho tiempo que no sirven para prácticamente nada, ni siquiera para buscar trabajo y, no digamos ya, para encontrarlo.

Se acabó también el –me duele la tripa, mami, mucho–, pues ahora el médico hay que pagarlo, y la medicina social es actualmente un lujo exclusivo para ricos, inalcanzable para nosotros y por lo cual se volverá al antiguo, reputado e infalible remedio del ayuno de venticuatro horas completas, adquiriéndose además, cuando sea posible y con cargo a los fondos de contingencia, botella de aceite de ricino para usar en los casos más resistentes.

Para los catarros y toses se volverá a las inhalaciones de vapor y al pañuelo, de tela, por supuesto, artículo este largamente reciclable y duradero donde los haya, y por si alguien lo hubiera olvidado.

La pensión de la abuela, aunque recortada ya en un 20%, seguirá siendo garante de la adquisición ocasional de pan, patatas, leche para los más pequeños y partidas de pollo próximo a la caducidad. Así que, ¡por Dios!, cuidarla muchísimo y no la disgustéis nadie, nunca, ni por ninguna causa.

Por último y en lo tocante al Seat Toledo paterno, se sustituirá por un vehículo Mercedes, Audi o BMW de gama media-alta, no por capricho o lujo, es evidente, sino por necesaria causa de representación de la institución del pater familias y por la acuciante e insoslayable necesidad de tener que acudir con el debido decoro que solo estos vehículos prestan a todas esas sucursales bancarias, casas de préstamo, montes de piedad y oficinas de usura gracias a las cuales podéis todavía seguir comiendo mortadela algunos días, y con la que está cayendo.

Vuestro afectísimo y desolado padre, esposo, familiar y amigo que lo es:

Alberto


Nota: El canibalismo sobre los miembros más debiles o enfermos de la unidad familiar o la prostitución de las hijas o hijos pre-adolescentes, no se han contemplado aún en esta batería inicial de medidas de contención del gasto, así como el trabajo esclavo y gratuito de otros hijos mayores, en economía sumergida o delictiva y sin más, de haberlo, y a cambio de alimento exclusivamente, lo que no constituiría poco alivio de la carga familiar, desde luego, pero por causa simplemente de amor de padre y aún siendo económicamente desaconsejable.

No se tomarán pues estas medidas en consideración mientras no se observen estados de consunción que las aconsejen o hasta que los jóvenes no cumplan la preceptiva edad de trece años o muestren el desarrollo psicofísico adecuado para sobrellevar con éxito las exigencias del lenocinio o del esfuerzo laboral, aunque se avisa que son pasos que sin duda acabarán teniendo que acometerse, aunque de acuerdo siempre con los adultos de la casa, y lo que se anunciará a los efectos y en el momento oportunos, y porque no todo en la vida habrán de ser solaces, juegos, despreocupación y esparcimientos, pues también hay que saber atenerse a las cosas serias de la vida y aprender a aceptar los sacrificios necesarios para el bien de la familia y para colaborar cada cual en el imprescindible mantenimiento de todos.





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