lunes, 30 de septiembre de 2013

No cayeron...

Diario El País, domingo 29 de septiembre de 2013



El titular es correcto, está bien redactado, no sobran ni faltan comas, sujetos, verbos y complementos caen donde deben y todos los sistemas parecen estar listos para el despegue, ¿el de las alas?

Peeeero.... es de terror, tal vez por causa de la precipitación, barrunto.

Y es que a los titulares sobre aviación la palabra caída no suele caerles bien. Simple cuestión de campos semánticos, que es este un sector donde los redactores pueden descarrilar a la mínima, aun en ausencia de raíles o por causa de cernidos de vía única, de esos que no caen en lo que hay que caer, que también.

Pues bien, no acaba aquí el asunto.

Pinchando en la noticia, se puede observar como la profesional debió de recibir algún tipo de aviso interior, seguramente sin asomar del todo al nivel de la conciencia, pero con el contenido subliminal suficiente como para llevarla a retocar con pericia el término caer. Vean si no:




Esto al margen, el desplome de Iberia no se arreglará ya ni con paracaídas. Y el de El País, como el de el país, ni con rogativas contra las precipitaciones.

5 comentarios:

  1. De acuerdo, los viajeros, ¿no?, caen o se desploman, pero, a cambio, las pensiones, el paro y la deuda se ponen por las nubes, es decir, ¡volamos alto! Odio el pesimismo, Alberto, gente como tú mata, a ver si te enteras...

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  2. Señor... estos son los tiempos que tenemos. Al mensajero lo llaman asesino y al asesino, mensajero.

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  3. Hmmm... Me suena... Mucho... ¿El Roto o Ferlosio?

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  4. Creo que ninguno de ambos, no esto, por lo menos. Ya me gustaría a mí... y si es que se tratara de un piropo.

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  5. Yo sí creo que se trataba de una especie de piropo el comentario del Anonymous de las 22:12, don Alberto, y no precisamente casual o infundado, sino intencionado, y hecho, además, con conocimiento de causa; conozco su blog desde los orígenes y me muevo por él como en mi casa. De nada.

    Por una parte, usted y Ferlosio, por la otra, El Roto y usted -y alguno más que habrá por ahí, sin duda-, se mueven en mundos tan paralelos y registros tan similares que, en ocasiones, podría confundírseles. Le conté el fenómeno a un experto catedrático muy amigo mío, y me dijo más o menos que ciertas semillas, esporas y sémenes que andan revoloteando por ahí nos caen encima a todos los que compartimos un momento, un época, unas circunstancias; en fin, literalmente dijo: 'nos fecundan y nos preñan de lo mismo'. Y aún añadió que, si no nos cayeran a todos al tiempo, a los crean preñados de esas semillas, como a los que no crean -serán de óvulos distraídos o desatentos-, estos últimos serían incapaces de comprender a sus propios creadores. ¿Va pillando, por fin?

    Le dejo un ejemplo que conozco muy bien de transliteración curiosísima, un texto suyo de comienzos de mayo de 2009 ¡hace más de cuatro años!, que aparece en Blog y Magog, su blog, entonces en la Comunidad El País, y que aun podría ser más antiguo, que recuerdo muy bien que solía reproducir allí textos que procedían de otro, ¿Caffaratadas? Muy posible, aunque no podría jurarlo.

    «EL YATE medía veinte mil millones de manga y cien mil empleos basura de eslora. Desplazaba un tonelaje de doscientos mil pobres. Era todo un espectáculo observar como un gentío de despojados acudíamos al muelle para admirarlo, envidiarlo y reverenciarlo».

    Ahora vayamos con la viñeta del Roto, en El País, el pasado 20 de septiembre, ¡y milagro! Vea, si no... Ahora no querrá que se lo explique también, ¿verdad?

    http://elpais.com/elpais/2013/09/20/vinetas/1379685937_086719.html

    Pues hay más casos o milagros, bastantes más, me lo he pasado muy bien revisando alguno más ahora mismo.

    Y por cierto, el anónimo anterior probablemente lo piropeaba a su manera, disculpe que no me queden fuerzas para deletrearle ahora mismo docenas y docenas de asesinos a los que los más consideran mensajeros y a los que escuchan cándidamente, como palomas bobas, porque además no suelo dejar comentarios inacabables en los blogs, ni siquiera en blogs como el suyo. Con Dios, poeta.

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