sábado, 20 de octubre de 2007

Quien a buen mármol se arrima buena losa le cobija

Quien a buen mármol se arrima buena losa le cobija.

Villancico. A Belén impostores.

Los baños de gloria oxidan si no acude uno corriendo a secarse.

Los diferentes niveles de organización de la rapiña se conocen también como guerra y paz.

Los corruptos se identifican muy fácilmente por su característico olor a colonias caras.

La posesión. Asunto capital que atañe a lo más hondo e insondable del alma humana y a esa lucha inacabable y titánica que se libra desde antiguo –y aún todavía– entre el bien y el mal, Ormuz y Arimán, el Ying y el Yang o Asmodeo el abyecto y el Arcángel de tizona flamígera y centelleante. Y bien que se oye a diario hablar de ella y la ponderan nuestros radiofónicos y televisivos solones, demóstenes, jovellanos, marianosjosédelarra, gómezdelasernas o hasta incluso pacoumbrales, ocupando a diario su bien pulida glosa un sustancial espacio temporal, físico, intelectual y moral en el imaginario colectivo, como se usa ahora. Y me refiero a la posesión del balón, como ya habrán sin duda deducido.

Y no sólo aceptan gustosos los laureles, sino que además los pintan con purpurina por ver así de dotar de épica a las jodías hojitas celebrativas.

Oración del explotador. “...y el pan vuestro de cada día, dádnosle hoy”.

Estrecha es esa pareja que apenas se deja palpar las zonas húmeras.

Metrosexuales. ¡Gensanta, cómo está el listón! ¿Pero es que lo común y decente no eran diecisiete centímetros?

Pincel. Doncel que te lleva amablemente el cestillo de las pinzas.

Me encanta este flemar incesante de las banderas.

Gracias a la incompetencia una multitud de gente puede hacer mal el trabajo que harían mejor que bien apenas unos pocos, y cobrando así todo un gentío por ello. Es decir, que socialmente hablando es hartísima bendición e incluso incontestable virtud. De ahí su prestigio moral y el que todas las sociedades, religiones y ejércitos la promuevan, estimulen, respeten, recomienden y recompensen.

La necedad, si estimulada con mimo desde la infancia, y dándole el preceptivo tiempo al tiempo, puede proporcionarle al adulto honradas satisfacciones.

La publicidad es el ruido que hace un palo en un cubo de basura (George Orwell).

Si algo no se le puede perdonar a un amigo es haberle tenido que robar.

No hay bandera tan pequeña que no permita amortajar sin apreturas siquiera a una multitud.

Historiadores. A saber qué se andarán imaginando ahora mismo, los andóbales, sobre todo este inextricable pasado inminente que nos incumbe.

Del pasado imperfecto al futuro perfecto lo que media es todo un optimismo sin término.

No hay que ufanarse de nacer idiota, así, sin mayor mérito ni esfuerzo. El respeto y la admiración sólo los otorga el común después de haberse acreditado la especialización correspondiente.

No hay que perseguir a nadie por sus ideas políticas, salvo que sean razonables.

La religión (con perdón) es el opio del pueblo. Y de las ciudades.

La quema de templos tampoco es imprescindible acometerla con ellos llenos. Lo expongo así por si contribuyera la observación a poder alcanzar una más rápida y amplia fórmula de consenso.

Durante las crisis bursátiles es obligatorio colocar las banderas a media pasta.

El capitalismo le proporciona a los viejecillos los bancos recién pintados. Así muchos pueden irse a comprar otro traje. Y todos contentos.

Guitarristas ciegos. A la vejez vihuelas.

Bandas armadas. Grupos incontrolados de las fuerzas del orden que se ensañan con la población a base de música militar, pasodobles, sardanas, sevillanas e incluso ¡Oh manes! piezas escogidas del Maestro Alonso.

Anuncian una inminente decisión salomónica sobre el apagón de Cataluña. ¿Será que a los ejecutivos principales de Fecsa y Endesa irán a cortarlos por la mitad?

Normativa laboral. Los desequilibrados podrán trabajar en la construcción única y exclusivamente en las plantas bajas.

Las cuatro fuerzas físicas fundamentales son: la banca.

Es intolerable esta insolidaria escasez de oportunidades que nos impide participar a todos en la corrupción.

El triunfalismo de las catástrofes (Luis Carrero Blanco). Y del catastrofismo de sus triunfos ni una sóla palabra. Pues al final así le fue.

Lo admirable de la banca no es que te robe con precisión y limpieza de quirurgos, sino que además te explique en detalle y por adelantado cómo lo hizo, lo hace y lo piensa seguir haciendo y no sólo con la amable aquiescencia de todos, sino con nuestro sincero agradecimiento.

Las ruinas tienen algo de edificante. La abundancia de materiales.

Sabiduría, pequeñas píldoras de: la electricidad estática es la que se acumula permaneciendo muy quietos.

Aves rapaces, el desfalco peregrinus.

Y por si fuera poco, ahora hay que rendirle pleitesía también a la inteligencia-basura.

Preliminares para el sexo. Contratar el precio (Alfredo Accatino, humorista y guionista italiano).

No existe problema con el sexo en la tercera edad. Todo es cuestión de dar con la adolescente adecuada, aficionada o profesional que sea, indistintamente.

Ya no son las ilusiones lo que eran, se limitan a malvivir fabricando cestillos de naipes.

Tal vez sólo un lehendakari o un telepredicador puedan resultar más vociferantes, hueros y estragantes que un buen periodista deportivo. Aunque eso sí, jamás serán tan dañinos ni convencerán a tantos.

Un firme propósito de enmienda ayuda a no dejar huellas la próxima vez.

Tanta gilipollez con el patito y la inmadurez... pero si a mí lo que me ha gustado de toda la vida es el Scalextric.

Hay dos tipos de locos, los que se creen Napoleón y los que se proponen sanear los Ferrocarriles del Estado (Giulio Andreotti, antiguo primer ministro italiano).

Sabiendo que Pedro le negaría tres veces Jesús le curó milagrosamente a su suegra agonizante (Giulio Andreotti).

¿Para cuando un premio al protagonista no actor? (vieja, muy vieja, pero siempre sólida).

Patriotismo ¡España no va a serle decimoséptima a nadie!

No es creíble que pueda existir la eternidad, el Creador, de haberlo, no puede ser tan abyecto, no hay razón lógica o cosmológica, ni aparenta tampoco existir fundamento moral para ello por muy Dios topoderoso que se sea, además, imaginen tan sólo por un instante el estar obligados a compartirla, por decir algo, con Andrés Montes “tiqui taca Salinassss, tiqui taca, tiqui taca...”, y así un eon y otro eon, y otro; y no digo ya la eternidad, piensen tan sólo en cien milenios, en un reinado largo, en una semana, o tal vez en apenas unos entretenidos y antaño llevaderos noventa minutos... y ello aún sin contar con el tiempo añadido que indicara el cuarto árbitro.

Contraviniendo lo anterior, algunos afirman que la eternidad sí que existe, pero sólo en la modalidad de pago por visión. Los boletos los despacha el párroco en taquillas al comienzo del ábside, a la derecha.

Acabo de ver en la tele que se han inventado unos cascos definidos como “inteligentes” para jugar al rugby. Lo que más me ha llamado la atención es que después del partido, al parecer, todos esos recios mocetones van y se los quitan.

2 comentarios:

  1. "Me encanta este flemar incesante de las banderas"

    Hombre, qué descubrimiento el de este blog. Me paso luego y te dejo un "comment"... O no, espera.

    Así a bote pronto, decirte que ese "flemar" no parece inocente, está lleno de pecao. Porque veamos, ¿qué quiere decir? Para empezar por donde toca, el Drae no dice de "flemar", se calla pero no otorga, seguro. Tú quieres que pensemos "este tipo se confundió", escribió "flemar" por "flamear" ... Lástima, porque habríamos constatado lo que sabemos, las banderas tienen varias utilidades según sople el viento y la alegría en el cuerpo del sujeto o del rebañito; a saber, la de no estar, estar, flamear u ondear, desplegarse y hasta quemarse ... ¿o hay más? Tardé en caer de la burra, ¡ay, mi espalda de anoréxica!, ¿será tan guarrillo el autor como para jugar la partida filológica muy mal intencionada por no advertida de llegar a crear, no de la nada, sino de "flema", sustantivo, el verbo "flemar"? ¿Se esputa sobre las banderas, ellas mismas nos esputan, se escupen todos entre sí enarbolando la suya propia ...? Ay, serrano, mira, no sé si volveré a entrar en este blog, no eres un tipo que se deje leer y, al menos yo, entro por pasar un ratillo. En cualquier caso y por si las moscas, anda que me iba yo a pasear bajo tu ventana o miraó ...

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  2. Veo que el bloguero es aficionada al fútbol, al tiempo que a elucubrar sobre improbables eternidades y creadores abyectos. Por mujer, me viene negada genéticamente tan curiosa afición, pero la curiosidad me pierde, es decir, google también. ¿Y qué me encuentro al rastraer al tal Andrés Montés y al tal Salinas? Algo que trasciende el fútbol, supongo que es un clásico para los entendidos pero, de todas maneras, dejo aquí el regalito y ya el bloguero me censurará si me corresponde, porque debe de ser como hablarle de El padrino a cualquier cinéfilo, quiero decir, sobra. He llorado. De verdad. De risa. ¡Y había montañas en youTube sobre el milagrito! A medida que cumplo años voy terminando de entender al varón, ya casi lo tengo. Chicas, ved, oíd, entended, creedme. ¿Ya?

    http://es.youtube.com/watch?v=RiYYSradplU

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