miércoles, 8 de marzo de 2006

LA MAZMORRA DIGITAL (7-3-2006)














El autor, Juez Único de la Sala de lo Impreso, (a la derecha), fotografiado con ocasión de un congreso de juristas en Laos.



A partir de hoy da comienzo esta nueva sección de mi blog como remedo de la inolvidable "Cárcel de papel" de la difunta Codorniz que alegró muchas horas de mi temprana adolescencia contribuyendo a mi formación jurídica asaz más que el "Nuevo Catón".

Aquí comparecerán en juicio sumarísimo y en primera y última instancia aquellos dislates, burradas, erratas y faltas en general, atendiendo muy en particular a las de juicio y de sentido común que tanto adornan nuestra prensa, tanto la de papel como la digital, que de oficio encuentren mis oficiales y alguaciles para ello estipendiados así como aquéllas otras que anónimamente sean denunciadas ante este Tribunal u otras asimismo que Vuesas Mercedes tengan a bien postear citando la fuente del acto bárbaro a denunciar. De inmediato esta Sala instruirá lo necesario para traducir a los culpables ante éste Juez y sentenciarlos de acuerdo con la Ley.

Y ya para empezar hago en primer lugar la salvedad y suposición de que el término "postear" no sea merecedor de que tal vez deba empezar por empapelarme yo mismo.

Dicho esto, doy inicio inmediato a la transcripción del primer juicio.



El imputado, José Rosado, entre dos alguaciles, comparece ante este tribunal que me honro en dirigir por causa de su introducción a la entrevista realizada por él mismo a Xavier Horcajo, director de Intereconomía TV, en "Periodista digital" el día lunes, 6 de marzo de 2006.

El fiscal lee, escandalizado, el siguiente párrafo:

"Tras poco más de ocho meses de emisión, Intereconomía TV se ha consolidado como la referencia de las televisiones especializadas en Intereconomía. Siguiendo el modelo de Radio Intereconomía, Xavier Horcajo, director de esta televisión, nos cuenta las razones de su éxito".


El fiscal le pregunta en primer lugar si le pagan por debajo para utilizar la palabra "intereconomía"

El imputado no contesta.

El fiscal le insta a buscar en el Diccionario de la Real Academia el término "Intereconomia". El imputado no es capaz de encontrarlo. Se le informa acto seguido de que en los diccionarios las palabras figuran por orden alfábetico. Así y todo y aún asistido febrilmente por su letrado, el imputado sigue sin encontrar el término.

Se les informa finalmente de que tal supuesta ciencia no podrán encontrarla en ningún diccionario, por causa de su inexistencia, lo que les hace caer en grave estupor.

Se le condena de forma sumaria a adquirir de su bolsillo un diccionario gordo, entendiendo gordo por 20 tomos o más y a léerselo, mandando resúmenes extensos de sus progresos a este Tribunal, y a escribir cien veces en su periódico digital: "Una cosa es "La Economía" y otra una emisora comercial llamada "Intereconomía".

Entregado el imputado al verdugo, éste le pega una patada en las gafas, con el resultado de rotura de ambos cristales, lo que este Tribunal estima como justa y razonada multa que tasa en el equivalente a 354,25 euros.

El Tribunal levanta la sesión

En Madrid, a 8 de Marzo de 2006.

Fdo. El secretario, Agustín Farfán de los Godos y Espinosa de los Monteros.

1 comentario:

  1. Pues no. Yo tengo la certeza moral de haber consultado el término "intereconomía" en algún diccionario arcano. Al ser arcano, no andará al alcance de cualquier juez de tres al cuarto. Procure informarse mejor porque, además, aparece con una entrada, sí, pero con dos o más subentradas, una eclesiástica y otra política, que yo recuerde ahora.

    Otra cosa, ¿en este blog retiran los comentarios molestos?

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