Madrid, a día 6 de abril de 2006
Resumen de la sesión del Alto Tribunal de la Sala Única de lo Impreso, celebrada en el día de la fecha.
Comparece ante este Tribunal, R. Fernández, periodista de el diario El País de Madrid, responsable de la crónica que se fotografía a continuación.
El fiscal procede a la lectura del acta de acusación.
Considerando 1º que la estación ártica rusa Polo Norte-34, ocupada por 12 hombres y dos perros, está instalada sobre una generosa masa flotante de 25 metros cuadrados (más o menos lo que una solución habitacional de las propuestas por la Sra. Ministra del Ramo, y considerada unánimemente en su día como ridícula y exigua para el confort vital mínimo de una o dos personas, y no digamos ya si abandonadas a la deriva en el Ártico):
Considerando 2º que dicha gran superficie se sustenta para flotar en el mar gracias a la enorme masa de hielo de dos metros de grosor:
Considerando 3º que el hielo queda sumergido en el agua en sus seis séptimas partes, lo que viene a dejar una altura de la masa sobre la superficie del agua de unos 32 centímetros (algo menos de dos palmos) con lo cual el más plácido de los oleajes barrería agradablemente dicha superficie:
Considerando 3º que para un oleaje medio en el Ártico de dos metros (y sin hablar ya de tempestades o mal tiempo) la totalidad de la dotación con sus perros quedaría sumergida y se vería obligada a algo tan cómodo para respirar como acudir a largas cañas de seis u ocho metros sujetas a la nariz durante las 24 horas del día (o los seis meses del día ártico, como prefieran):
Considerando 4º que 25 metros cuadrados para 12 personas y dos perros proporcionan a cada persona la generosa superficie de dos metros cuadrados y otro medio metro más para cada perro, y todo ello antes de descontar de los dichos 25 m la superficie necesaria para una cocina, al menos un aseo, un almacen de víveres para seis meses, un depósito de agua de buenas dimensiones y los equipos científicos y de comunicaciones, y dando gracias de que allí los equipos de transporte –a tenor de lo leído- no resultarán muy necesarios:
Y considerando 5º que efectuados los descuentos de superficie según el punto anterior, vendrían a quedar para la dotación (con sus perros) unos buenos dos o tres metros cuadrados en total para el desempeño de sus labores e investigaciones y para el natural goce y disfrute de su tiempo libre, lo que excluye toda posibilidad de camas e implica la necesidad de vivir y dormir de pie, en estrechísimo contacto entre ellos, colocados apretadamente como las cucharillas, en paquetes de 6, en las estanterias de los negocios de bajo precio, y sujetos todos por recios grilletes para no caer al mar, al tiempo que vivirían asidos a sus cañas respiratorias, lo que proporciona unos estándares de ocupación por metro cuadrado incluso superiores a los de las manifestaciones del PP -según sus organizadores-, y una habitabilidad bastante más apretada que en los penales más reputados como más invivibles del tercer mundo, y una situación de comfort general que haría suspirar a todos ellos por una estancia –y pagando-, de un par de años, o más en Guantánamo o Abu Grahib:
El fiscal solicita para el imputado una pena proporcionada a la estulticia de todo lo expuesto.
El defensor saca una calculadora y cuchichea con el imputado. Atinan finalmente a encenderla. Suman, multiplican y dividen, menean tristemente la cabeza. El defensor pregunta si lo exiguo de los números puede tener algo que ver con la carga de las pilas. El Juez lo descarta tajantamente. Menean de nuevo la cabeza. El defensor solicita la atenuante de torpeza numérica. El Juez pega un martillazo que se funden las bombillas de la sala. La vista queda lista para sentencia.
El Juez Único cree que debe sentenciar y sentencia:
A R. Fernández a la pena de seis meses y un día a cumplir a la deriva en el ártico, de pie y anclado a una generosa plataforma de 40 centímetros cuadrados de hielo, con su caña respiratoria y una provisión de besugos para seis meses, por que tenga semejantes con los que conversar y alimento suficiente. Será obligatorio que acredite por radio –semanalmente- su progreso en el estudio de las cuatro reglas, haciendo especial hincapié el verdugo de esta sala, nombrado tutor del reo para este caso, sobre su progreso con las divisiones, inclusive con decimales, pena ésta durísima y sin duda ejemplar, pero justa y necesaria.
En cumplimiento de las obligaciones específicas de redención e inserción connaturales a nuestro sistema jurídico, el reo, a su regreso entre nosotros, podrá ser recomendado por esta Sala como asesor del Ministerio de la Vivienda, sección Superficies Mínimas Deseables, donde sin duda su preparación y experiencia serán de grande utilidad para el común.
Es sentencia firme y no recurrible.
Transcríbase y hágase público.
Mándese copia al diario El País, por si algún compañero le echara de menos.
Dado en Madrid a 6 de Abril de 2006.
Por la transcripción, fdo, el Secretario: María de la Regla Sánchez-Cascajares e Hinojosa del Vaz.
a la carga de nuevo, alberto!!!!!
ResponderEliminar¿A la carga es una frase de ánimo al autor de este blog? Pues a ver qué pasa porque no responde, eh? Llevo meses siguiéndolo y está más parado que mi reloj, pero mi reloj solo desde la pasada madrugada del sábado al domingo este último de Octubre. A ver si va a ser que ha vuelto a las andadas, digo a la poesía, y nos ha dejado colgados a todos... (vid. "about me")
ResponderEliminarEstuve haciendo un trabajo que me obligó a leer una media de 10 blogs al día y diría que, aunque hay muchos que cumplen más allá de lo esperable -de lo que esperaba yo, quiero decir-, o sea, son formalmente impecables, repiten algo el tono, ¿no habéis notado? En cambio, entona muy bien este señor Caffaratto (a ver si va a ser solo cosa mía... el oído o así)