Bancos: 17%, ¡TRAE!
Récords Guinness. El ego es el único ser vivo capaz de ingerir diariamente más de cien veces su peso en incienso, laureles y púrpura.
Para rejuvenecer nada como poner la experiencia en reposo.
Postgrado. Ciudad universitaria rusa.
Pietismos actualísimos. Más vale prevenir que zurrar.
¡Hasta al agua hemos logrado dejarla desangrada!
Busco malcriada para todo.
La fotodepilación es ese tratamiento que te suprime radicalmente los pelos. En la foto.
Los apariencias apañan (Riel Grundtäl). ¿Lo ven? esto es lo que le pasa a uno por apuntar las compras de IKEA en el cuaderno éste de los pensares, que al final uno le acaba atribuyendo sus cosas a un sueco.
Con este paso tan novedoso –e italianizante– de llamar orcos a los ogros hay que ver la respetabilidad insospechada que están consiguiendo hoy en día, las malas bestias.
Para gustos se hicieron los colores, me contaba ayer un daltónico.
Sexo seguro. ¡Por Dios, cierren esa puerta!
Es un placer de dioses poder afearle nuestros defectos a los que tienen otros.
...Y ya es que ya no sabe uno a quien otorgarle aún menos crédito.
Me encanta la programación infantil. Se ven unas mamadas de órdago.
Era un mago que sufría cada vez que salía a escena. Encontraba poco ético engañar a su público.
No es el mismo silencio el del que calla que el del que no sabe, demás que el segundo apenas dura.
Noto que cada vez me van quedando menos alusiones. Tendré que empezar a denostar por lo claro.
Los ligamentos cruzados son esos que se te rompen en las guerras púnicas. (Ezio Greggio, humorista italiano).
Seropositivo. ¡Así me gusta!, porque hay que ser optimistas.
De los nombres de las cosas. A la vuelta de la tapa del inodoro de mi trabajo, es decir, mirando hacia su interior, figura en elegante tipografía este sencillo y convincente letrero: Modelo Bellavista.
¡Cuidado! El más mínimo roce con la realidad malogra cualquier política, Así que mejor seguir soñando.
Prometió sangre, sudor y lágrimas. Ajenos, se comprende.
Toda una infancia de televisión e incluso el infante mejor dotado podrá aspirar a convertirse en un respetable adulto-basura.
¿Para cuándo ¡Dios mío! la tan esperada actualización de la leche Omega 3 a Omega 4?
Los seres humanos somos todos estos terribles daños colaterales del coito.
Al modo de don Ramón: Una bellota es una avellana tocada con un gorro tártaro.
Qué ignorantes y qué antiguos. Decían “vivir para ver”, pero hoy ya más grandemente afinado el conocer económico lo que se recomienda es el “pagar para ver” o, discúlpenme, lo sin duda mucho mejor expresado como “pay per view”, así en román paladino, y para que lo entienda el común.
Homenaje a De Quincey. Se empieza por respetar un buen culo y acaba sorprendiéndose uno mismo en el acto de devolver una cartera que se encontró por la calle.
Terapias, autoayudas, animadores. El corral se nos ha llenado de toda clase de bárbaros dispuestos a impedirnos por cualquier medio el poder disfrutar lo más mínimo de nuestras más merecidas melancolías, nostalgias, saudades, depresiones e ideas negras. ¡Mal rayo los parta!
Es bien evidente que Dios no juega a los dados. Razón tenía don Albert, el de la oficina de patentes, cosa además que casi nunca le faltaba. Juega a los dardos.
La ocasión te hará ladrón y tu partido tesorero.
Y luego, también tenemos a esos que llegan, se prosternan y besan el suelo. El edificable. Y claro, como todo va en cuestión de gustos y sensibilidades, a no pocos les parece edificante.
Y que Dios me perdone. Ese es su trabajo (Heinrich Heine).
Acudimos al juzgado. No al juzgador, ni al juzgante. ¿Será que todo está ya tan pre-claro en cuestiones de justicia que tal vez nos la podríamos ahorrar?
El sudor nuestro de cada día produce billetes de banco perfectamente secos y primorosamente alojados en carteras ajenas.
Lo que más nos duele son todos y cada uno de esos vicios que ya no vamos a poder practicar.
Con tal de que se le dé la razón hay gente capaz no sólo de pergeñar, sino hasta de traer a colación argumentos fundados.
Pogramas. Como pogromos, pero de desalfabetización.
Para que un defecto sea moralmente rechazable ha de poder disfrutarse de él.
¿Profesión? Incomprensor. Y a mucha honra.
Tener buena vista consiste en saber mirar oportunamente hacia otro lado.
La herramienta más poderosa es la inteligencia, aunque un martillazo a tiempo colabora no poco en los ajustes más finos.
Desde el fondo de nosotros mismos hablamos con nuestros muertos y con aquellos otros ausentes que amamos y perdimos y que ya nunca volveremos a ver. No hay oración más verdadera ni mayor dimensión del desvalimiento que esta capacidad de satisfacernos con semejante enormidad de autoengaño. De existir un Dios habría que impetrarle: Señor ten piedad de nosotros, pobres soñadores. Miserere nobis, Miserere nobis. Y así un buen rato, masacrándonos el pecho a puñadas, que es lo canónico y que mañana pues ya será otro día, pongamos por hipótesis.